Siempre intentamos sacar lo mejor del fracaso. Y esta pandemia nos ha dado algunas lecciones sobre resiliencia e innovación.
El año pasado, les contamos cómo sobrevivimos a una de las peores crisis en la industria de eventos a causa de la pandemia de Covid-19: cómo reaccionamos, contraatacamos y los cambios de modelo y operaciones que tomamos.
A un año de que los eventos físicos (el 83% de nuestra fuente de ingresos) se cancelaran, las cosas comienzan a recuperarse lentamente para los eventos presenciales en algunas ciudades del mundo y los eventos digitales van disminuyendo.
Nosotros trabajamos mucho el concepto de resiliencia en nuestros eventos con clientes corporativos. Curiosamente, la realidad era que en Fuckup nunca habíamos vivido una crisis o momento de dificultad importante. El 2020 nos dio una probada de nuestra propia medicina y puso a prueba nuestra resiliencia como equipo y como individuos.
Como lo nuestro es sacar lo mejor de las crisis y valorar los aprendizajes que hay en el fracaso, Pepe Villatoro, cofundador de Fuckup Nights nos comparte cinco lecciones para poner en práctica una cultura que genera resiliencia e innovación:
1. Claridad de rol: Una característica clave de nuestra cultura es que exista autonomía y ownership. Si tenemos que estar detrás de alguien para que sea propositivo con mejoras y colaboración, quiere decir que estamos fallando. Además, si una persona está en su zona de confort y no está aprendiendo, no se está retando y mejorando a sí misma, seguramente no es la persona correcta para nuestra cultura.
Para fomentar autonomía y ownership es importante que exista claridad en una serie de conceptos que yo siempre me imagino como una cascada: Propósito (de la empresa) → Valores → Estrategia → Objetivos (de área y personales) → Actividades clave y KPIs.
Si una persona tiene entendidos e interiorizados estos cinco puntos, entonces tiene claridad de rol y puede volverse creadora, no solo un Godín “sacando la chamba”.
2. Seguridad psicológica: Este es otro concepto clave que trabajamos con nuestros clientes para generar culturas resilientes e innovadoras. En pocas palabras, se refiere a tener una cultura y ambiente de trabajo donde nos sentimos en confianza para decir lo que pensamos sin miedo a represalias. Estudios estadísticos la han detectado como la característica número uno de equipos de alto desempeño.
La seguridad psicológica es importante siempre para tener engagement en el trabajo, pero en momentos de crisis lo es aún más porque permite a los equipos moverse rápido, cometiendo errores y aprendiendo de ellos para iterar hacia lo que sí funciona.
3. Mejor hecho que perfecto: Cuando estamos en medio del huracán queremos tener resultados antier. Lo ideal sería que nuestros ajustes y nuevos modelos cambien el rumbo rápidamente para mejor. La realidad es que esto casi nunca sucede porque ninguna idea ni hipótesis son perfectas y no sobreviven intactas a su primer contacto con el mercado. Lo mejor es hacer y lanzar las cosas para aprender de la retroalimentación de los usuarios o clientes.
El año pasado lanzamos una serie de experiencias y contenido para corporativos estando lejos de ser perfecta. Gracias a que lanzamos aprendimos que nuestros clientes corporativos la quieren para sus equipos. Si hubiéramos esperado a que estuviera perfecta para lanzar, seguiríamos creando la tecnología sin haber aprendido un complemento clave para nuestra estrategia.
4. Las crisis muestran la verdadera naturaleza de las personas: Los momentos extremos generan reacciones acentuadas en las personas. Durante una crisis, el miembro del equipo que en tiempos normales hacía el trabajo no glamoroso cuando nadie estaba viendo y sin esperar nada a cambio, seguramente se convertirá en un pilar clave de cultura y resultados. La persona que hacía las cosas para recibir reconocimiento o beneficio personal probablemente se convierta en un problema cuando todos tenemos que hacer sacrificios a favor del colectivo.
Estos momentos difíciles pueden facilitarte identificar más claramente a las personas con las que realmente cuentas.Tienen una actitud más positiva y otros tienen actitud más mercenaria y será mejor que salgan de la organización.
5. Piensa a largo plazo: Durante lo más pesado del 2020, muchas personas y empresas corrían como gallinas sin cabeza porque no tenían su propósito claro y porque estaban pensando solo en lo inmediato. Es necesario pensar a largo plazo para tomar decisiones rápidas pero que vayan en la dirección general correcta.
¿Qué es largo plazo? A mí me gusta pensar dónde queremos estar dentro de 100 años cuando se trata de visión y propósito, porque me facilita ver los comportamientos humanos básicos. Cuando se trata de estrategia o situaciones difíciles me pregunto: ¿Qué voy a pensar de esto dentro de 10 años? Lo cual me ayuda a tomar mejores decisiones que vengan más desde la cabeza y el análisis en lugar de las tripas.
Todavía estamos empezando a recuperarnos de esta pandemia y la recesión económica que ha generando, pero en Fuckup somos fieles creyentes de vivir la vida sin filtros y compartir para generar abundancia. Espero que estos aprendizajes te sirvan o inspiren en estos momentos de incertidumbre. Aquí seguiremos compartiendo nuestras experiencias para aprender juntos.
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Transformemos nuestra percepción del fracaso y utilicémoslo como catalizador del crecimiento.