En tiempos de crisis, ser una persona resiliente es esencial. Este artículo presenta siete estrategias prácticas para afrontar momentos difíciles.
En momentos de crisis, nuestra verdadera fortaleza se pone a prueba y revelamos quiénes somos realmente. Ser una persona resiliente y fuerte no solo tener la capacidad de resistir las adversidades; se trata de desarrollar la capacidad natural de adaptarse, aprender y crecer a partir de las experiencias difíciles. En este artículo, exploraremos juntos siete estrategias prácticas para desarrollar la resiliencia, una capacidad esencial en un mundo que cambia constantemente.
Como bien se dice, un mar tranquilo nunca hizo a un buen marinero.
Una persona resiliente ve los problemas no sólo como obstáculos, sino como oportunidades para aprender. La capacidad de resiliencia nos permite transformar cada dificultad en una lección valiosa. En el ámbito empresarial, esta mentalidad es crucial.
Ver a los problemas y momentos difíciles como información para mejorar es una cualidad esencial en los negocios, donde la incertidumbre y los fracasos son inevitables y universales, dado que no controlamos todo.
La resiliencia no es exclusiva de unos cuantos; es una capacidad innata que todos poseemos y que como seres humanos podemos cultivar, en el medio del caos, puede surgir cosas fascinantes y convertir nuestras cicatrices en espacios de innovación.
En tiempos difíciles, es normal sentirse abrumado o frustrado. Aceptar nuestras emociones es fundamental.
Lo importante es saber detectar esas emociones para poder controlar cómo reaccionamos a ellas. Si negamos las emociones negativas siempre reaccionaremos de forma volátil y nos volveremos víctimas de las circunstancias.
Por otro lado, si sabemos reconocer nuestras emociones podremos escoger y practicar cómo queremos reaccionar. Este es el único camino hacia escoger y diseñar tu vida de manera proactiva.
La American Psychological Association proporciona en el artículo el camino a la resiliencia, 10 consejos para construir la resiliencia, que te pueden ayudar a transformar los eventos difíciles de la vida y extraer de estos las mejores oportunidades de crecimiento. También puedes consultar nuestro último artículo sobre ¿Por qué vivimos frustrados? en el cual detallamos la filosofía detrás de la frustración, y compartimos técnicas para afrontarla tanto en el trabajo como en la vida.
Todos tenemos bajones y nadie es una isla. Por esto, tener una red de apoyo sólida con quienes poder compartir y hablar sobre lo que sentimos es fundamental para superar los tiempos difíciles. Puede ser un amigo, familiar, mentor o colega que pueda ofrecer consejo, apoyo emocional y diferentes perspectivas.
Invertir en relaciones significativas y nutrir estas conexiones puede proporcionar el apoyo necesario para mantenerte fuerte y resiliente durante las crisis.
¿Te ha pasado que ves las cosas de manera más negativa cuando estás cansado o con hambre?
Ahora imagínate eso multiplicado con un cuerpo débil, mala alimentación, cansancio, falta de sueño, etc. Te puedes volver un Grinch autodestructivo viendo todo de manera negativa. Evita caer en ese círculo vicioso.
Cuidar tus rutinas diaria, salud física, salud mental y emocional te da la energía y el enfoque necesarios para enfrentar las dificultades. Esto incluye mantener una alimentación saludable, hacer ejercicio regularmente, dormir lo suficiente y practicar actividades que te relajen. También es importante establecer límites claros y tomarte tiempo para descansar y recargar energías.
La falta de autocuidado puede perjudicar nuestra capacidad de resiliencia y nos puede llevar a afectarnos negativamente, si deseas leer más sobre cómo lidiar con ataques de ansiedad y estrés, te recomendamos leer nuestro artículo mi primer ataque de ansiedad.
Si quieres ser la persona más rica o la mejor en fútbol desde el día uno, te vas a frustrar y cualquier dificultad se verá más grande de lo que es.
Una forma efectiva de construir resiliencia es establecer y alcanzar metas pequeñas y manejables.
Esto no solo proporciona un sentido de logro y momentum, sino que también ayuda a construir confianza en nuestras habilidades para superar dificultades.
Comenzar con objetivos a corto plazo y gradualmente avanzar hacia metas más grandes hace que los problemas parezcan menos abrumadores, y contribuyen con nuestra salud mental.
La única constante es el cambio. Aferrarnos a lo que tenemos o lo que somos hoy es una receta segura para la frustración.
Ser flexible y abierto al cambio permite ajustarnos rápidamente a nuevas circunstancias y encontrar soluciones innovadoras a los problemas. Esto implica estar dispuesto a salir de nuestra zona de confort, aceptar la incertidumbre y estar preparado para cambiar de rumbo cuando sea necesario.
Cada persona vive y experimenta los cambios de forma distinta y tiene sus propios tiempos. Existen 5 etapas claves de un cambio, la cual mostramos a continuación:
Lo que nos enseña la siguiente gráfica es la etapa de Realización de la situación que nos genera estrés, miedos y ansiedad y que cuanto más rápidamente salimos de ella, mejor será la transición. Esta etapa es crítica porque genera el cambio transformador que nos permite salir adelante, innovar y salir de nuestras zonas seguras, si deseas profundizar en este punto, te aconsejamos continuar leyendo nuestro artículo 4 tips para superar transiciones de vida.
Recuerda que ninguna cosa importante se creó en un día. Ni a la primera.
Las personas con impacto no se rinden fácilmente. Entienden que para lograr algo importante tendrán un montón de sorpresas y dificultades en el camino. Esto requiere una combinación de determinación, paciencia y una fuerte ética de trabajo.
Mantener la persistencia y ser resilientes implica recordar constantemente lo que nos motiva. Enfocarnos en disfrutar el proceso (también cuando las cosas no salen bien) y en ser un poco mejores cada día.
Salir adelante en momentos de crisis es un proceso continuo de autoconocimiento que requiere esfuerzo y práctica. Y los beneficios de este proceso son inmensos. Al aplicar estas estrategias, no solo seremos capaces de resistir los golpes, sino también de emerger más fuertes y preparados para los desafíos futuros.
Ser resilientes nos permite convertirnos en una persona que nunca deja de crecer. Que enfrenta las crisis con una actitud positiva y aprende de sus experiencias.
En el mundo de los negocios, esta cualidad es particularmente valiosa, ya que nos ayuda a navegar las inevitables tormentas con gracia y fortaleza. Al aplicar estas estrategias, no solo seremos capaces de resistir los golpes, sino también de emerger más fuertes y preparados para los desafíos futuros.
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Transformemos nuestra percepción del fracaso y utilicémoslo como catalizador del crecimiento.
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