Hablar del privilegio es incómodo, pero es importante para acercarnos a la autoconciencia. Descubre cómo tratar este tema en el trabajo.
Si buscas en Google noticias sobre mi país, sabrás que no está pasando por su mejor momento. De hecho, la situación es tal, que está experimentando una de las migraciones masivas más grandes de America Latina. Yo nací y crecí en Venezuela.
Como muchos venezolanos buscando una mejor vida, tuve que huir. Y aunque las cosas están bien en este momento, no puedo evitar pensar en que el ser inmigrante es uno de los factores que pueda determinar hacia dónde voy o lo que puedo lograr (o no) en esta sociedad.
Soy gay, latino e inmigrante y vengo de un trasfondo de pobreza... Y sé que aún así, no me tocó la parte más angosta del embudo.
La falta de privilegio es un status oculto que emerge con amargura cuando intentamos besar a alguien que amas en público, lidias con la fuerza policiaca, discutes tu salario, intentas que tu voz sea escuchada, buscas un trabajo y una infinidad de actividades cotidianas se vuelven verdaderos retos.
Carajo, incluso el cagarla sin mayores consecuencias es un privilegio que pocos pueden permitirse.
De acuerdo con Courtney Sears [ENG], “los efectos del fracaso no son los mismos para todos. Para los estudiantes marginados socialmente, el fracaso tiene el potencial de reforzar cualquier mala imagen, prejuicio o estereotipo que estén enfrentando."
Eso está jodido.
Entonces, aunque pueda resultar controversial tocar el tema privilegio, abordarlo, especialmente de arriba a abajo, es el primer paso hacia la igualdad. Es un primer paso, no una solución definitiva, pero una acción que puede desencadenar concientización y potencialmente generar un efecto dominó.
Con una simple actividad, la autoconsciencia y el privilegio se pueden traer a la mesa en el trabajo. Aunque es una actividad controversial, puede llevar a interesantes discusiones (we’ve tested this ourselves with the Fuckup Nights HQ team 😉 ).
Se trata de crear conciencia y un sano reconocimiento de los privilegios que poseemos. Puede abrirnos los ojos a un entendimiento de dónde estamos, y cómo podemos ayudar.
Para esta actividad, a cada quien se les otorga 100 puntos. Se hacen 13 preguntas sobre los privilegios, y/o el acceso a recursos. Estas preguntas se refieren a estatus socioeconómico, género, locación, acceso a educación, contexto familiar, ingresos, acceso a salud, etc. Por ejemplo:
Con cada pregunta, aquellos con menos privilegios pierden 10 puntos. Por lo tanto, dejan a los más privilegiados cerca del 100.
Al final de la encuesta, revisamos, de forma individual, el puntaje. No es necesario compartir los resultados de la encuesta, pero se pregunta cómo se sintieron durante el ejercicio y ahora con el resultado final.
1: EL PRIVILEGIO NO ES ALGO POR LO QUE DEBAMOS SENTIR VERGÜENZA... es algo de lo que hay que estar conscientes:
Es el entender nuestro privilegio (o la falta de este) y cómo desde nuestra posición, podemos abrir espacios para otros grupos. La consciencia es importante, nos ayuda a empatizar con otras personas, ver sus problemáticas desde otra perspectiva y convertirnos en aliados. La simple acción de estar conscientes de los problemas de otras personas es un paso enorme hacia la inclusión.
2: Todos están luchando una batalla de la que no sabes nada... SIEMPRE SÉ GENTIL:
No importa qué tan arriba o abajo estás en la escalera del privilegio, todo mundo experimenta los mismos problemas emocionales que genera la inseguridad, el prejuicio, la crítica social, etc. Por ejemplo, podrías quejarte de que la gente con mejor educación de calidad enfrenta mejor el estrés emocional. Pero en vez de lucha los unos contra los otros, debería ser contra el sistema.
Ese sistema establecido determina quién obtiene qué y cuándo, todos somos parte de él. La amabilidad podría ser ese puente que une grupos sociales divididos para reunificar y estructurar creencias populares y viejas prácticas que solían dividir.
Hemos hablado anteriormente sobre la diversidad y la inclusión en el trabajoplace, la razón por la que las compañías están interesadas en este tema y algunos tips para crear más diversidad. Pero también es importante hablar de cómo las compañías tratan las brechas entre grupos.
Las minorías podrían tener menos acceso a recursos, incluyendo la educación de calidad. Esto impacta directamente a los individuos cuando se habla de conseguir trabajo. Entre menos preparado esté, menos apto seré para ciertos trabajos.
Algunas empresas implementan programas de desarrollo profesional, los cuales crean planes de carrera dentro de la compañía, incluyendo los recursos necesarios para desarrollar talento. Esto implica entrenamientos, cursos, etc. y permite a los individuos tener acceso a más oportunidades de trabajo y crecer dentro de una empresa.
Otra buena práctica es convertirse en mentores de personas fuera de la empresa. Esto significa proveer tiempo para entrenar recién graduados, con trasfondos menos privilegiados y enseñarles sobre emprendimiento, temas en particular u orientación en general, etc.
Algunas empresas incluso asignan nuevo talento contratado a algunas personas del equipo, para entrenar y crecer. Si el nuevo talento muestra un crecimiento considerable en un tiempo determinado, ambos reciben beneficios (bonus, vacaciones, etc.)
Ser una empresa diversa/inclusiva es un reto. Requiere tiempo y trabajo extra. Estás contra un sistema que no fue diseñado para ser inclusivo. Enfrentarás desigualdad educativa, prejuicios inconscientes, síndrome del impostor, y otros obstáculos.
Pero hará una gran diferencia, en tu empresa y en el mundo. La capacidad de ver a todos por igual, sin importar nuestras diferencias, empieza por los individuos y luego por las empresas. La posibilidad de impactar positivamente a la sociedad fortalece nuestra humanidad, nos hace más capaces de amar, respetar, aceptar y apoyar a otros sin importar nuestras diferencias para construir un mejor futuro.
Ahora estoy más consciente y entiendo cómo se sienten mis privilegios. Incluso mis antecedentes educativos (el cual es uno que pude alcanzar de acuerdo a mis circunstancias), ha determinado en cuántas ocasiones he podido obtener un empleo, si me subieron de puesto o no... si tengo la oportunidad de romper el sistema, colarme a través de las grietas hacia el otro lado y tener una mejor vida.
Editado por
Transformemos nuestra percepción del fracaso y utilicémoslo como catalizador del crecimiento.