La catarsis no puede ser medida o cuantificada, sin embargo, es un concepto con el que estamos familiarizados... ¿o no?
Hola,
Compartir fracasos hace que uno mismo y otras personas nos sintamos empoderadas.
También ayuda a quitarnos ese arrepentimiento o vergüenza que tal vez estamos conteniendo. (...)
Yo sé que tengo más cosas por hacer y por aspirar. Pero estos últimos dos años aún se sienten como una carga. (...) Sólo quiero un poco de aliento y me digan que fallar no es tan terrible.
Gracias, ____.
Nos sentimos muy honrados de recibir este tipo de correos constantemente. Y también con una gran responsabilidad de seguir intentando abrir espacios seguros para compartir el fracaso, ya sea en un escenario o en un formulario anónimo.
En estos 10 años apuntando nuestros reflectores al fracaso, nos hemos dado cuenta que en el error no sólo hay enseñanzas y grandes lecciones; sino que también hay un enorme potencial catártico.
Gritar por un altavoz o entre líneas de un correo electrónico; sacar de nuestro pecho eso que nos aflige es un acto de catarsis. Cuando no cumplimos expectativas ajenas, cuando nos fallamos a nosotrxs mismos, la experiencia de fracasar es más llevadera cuando se comparte.
Sabemos que la catarsis es muy importante para afrontar y gestionar las emociones derivadas de un momento difícil. Pero ¿qué implica exactamente hacer catarsis? ¿cómo se alcanza un momento así?
La palabra Catarsis proviene del griego, katharsis, que significa “limpieza” o “purificación." Y aunque actualmente hay un entendido social sobre lo que significa, ha tenido muchos usos y puntos de vista. En las obras de la Antigua Grecia, la katharsis se daba cuando había una conexión emocional y directa entre los espectadores de una obra y un protagonista. En la literatura es cuando un protagonista de una historia entra en un proceso de renovación o purificación y se convierte en una versión renovada de sí mismx.
Con el tiempo, este término lo retomó Sigmund Freud, y fue cuando las cosas se pusieron más profundas y existencialistas. (ya saben cómo nos encanta ponernos existencialistas)
En el psicoanálisis la catarsis es un estado que los pacientes alcanzan cuando se logran expresar emociones y pensamientos reprimidos, esto mediante el método de la hipnosis donde se exploran sucesos traumáticos.
Sin embargo, con el tiempo el psicoanálisis fue cuestionado por nuevas técnicas científicas y perdió cierta relevancia, alejándose entonces el concepto de catarsis con la hipnosis o el trance.
El término es usado actualmente para referirse a situaciones en las que las personas experimentan algún tipo de “revelación” o “epifanía”, experiencias de vida que logran manifestar verdades propias, e incluso que pueden derivar en solución de problemáticas. La catarsis es una liberación emotiva de conflictos y frustraciones.
Bajo este entendido, la catarsis no necesariamente está ligada con sensaciones “ocultas” o “inconscientes.” A veces estas pueden estar muy presentes, a flor de piel, contenidas sólo por miedo a la reacción de las demás personas, a aparecer débiles o poco aptos.
Cuando fracasamos, o atravesamos una situación que provoca sentimientos importantes, se espera de nosotros que salgamos de ahí, que nos levantemos rápidamente y miremos hacia adelante para continuar. Sin embargo, en ese proceso muchas veces olvidamos cómo gestionar nuestras emociones. Estamos tan enfrascados en levantarnos y pretender que nada ha pasado, que estas quedan reprimidas y generan malestar psicológico.
Es entonces cuando la catarsis adquiere importancia en este proceso de sanación. Pero ¿cómo se logra?
No hay ninguna forma de “medir” la catarsis, tampoco hay manuales que nos digan cómo lograrla, o si ha sido de “calidad.” Sin embargo, sabemos de prácticas o actividades que nos acercarán a esta purga de emociones.
La psicóloga Kendra Cherry recomienda algunas actividades que pueden servirnos para este propósito, sin embargo, sugiere acompañar algunas de estas formas catárticas con terapia, pues revivir ciertas experiencias traumáticas requiere acompañamiento profesional:
Todas estas formas de experimentar catarsis pueden estar al alcance de todos nosotrxs, y pueden encontrarse con facilidad, sin embargo, para cada persona puede ser distinta o incluso, pueden encontrarse otras actividades que funcionen dependiendo del individuo.
Cuando vamos a un plano más amplio, la catarsis también existe en grupos de personas. ¿Cómo son estos espacios? Es ahí cuando entramos nosotros ;)
Dentro de nuestra experiencia compartiendo historias de fracaso con el formato de Fuckup Nights (una historia de fracaso de 7 slides en 10 minutos), hemos sido testigos de la importancia que tiene contar historias para atravesar por momentos complicados.
El Neuroeconomista Paul Zak ha comprobado que compartir historias de fracaso, genera un estado de vulnerabilidad. Escucharlas produce Cortisol y Oxitocina en nuestro cerebro y eso permite conectar y empatizar en una forma vulnerable con las personas que cuentan estas historias.
Antes de cada evento, preparamos y curamos las historias de fracaso que contarán nuestrxs speakers. Durante este proceso, tenemos la oportunidad de construir una narrativa a partir de su vivencia, analizar el contexto y las emociones involucradas en la experiencia del fracaso.
Encarar a una audiencia para compartir una historia, ha resultado ser una experiencia catártica y positiva para muchas de las personas que se suben a un escenario de Fuckup Nights. Hablar en voz alta nuestras experiencias es una actividad sanadora y conecta con la audiencia que ha pasado por experiencias similares. Esto genera un tipo de resiliencia conocida como resiliencia colectiva.
Este tipo de resiliencia existe en grupos sociales capaces de enfrentar circunstancias difíciles en conjunto y buscar soluciones a problemas que afectan como individuos y como colectivo. Muchas veces esta resiliencia surge luego de desastres naturales, ataques terroristas, o en comunidades marginadas y discriminadas. La resiliencia en equipo es una red poderosa de apoyo y confianza que se apoya entre sí.
Generalmente no se nos enseña a decir lo que pensamos y menos aún lo que sentimos. La tendencia es evitar conversaciones difíciles, evitar parecer personas débiles o vulnerables. Irónicamente, todo esto nos aleja de construir relaciones resilientes y encontrar catarsis.
Mandamos a la distancia un abrazo virtual a quienes necesiten un espacio para sanar. Al menos de nuestro lado, en Fuckup Nights tenemos un lugar para todxs en nuestros escenarios o entre nuestra audiencia asistiendo a un evento. La catarsis está en todos lados, ¿tú dónde la encuentras?
Editado por
Transformemos nuestra percepción del fracaso y utilicémoslo como catalizador del crecimiento.