Varias buscamos romper con los paradigmas que nos intentaron hacer creer y decidimos entregarle algo mejor al mundo a través de nuestro ser y hacer.
Regresar al Curso 5: Primeros pasos para emprender
Algunos de los efectos secundarios de los fracasos globales como las crisis económicas y guerras, son la adopción de creencias que comienzan a pasar de generación en generación. Estas creencias limitan, en algunos casos, los potenciales que tenemos para crear. Varias de nosotras crecimos en sistemas familiares donde estaba clara nuestra lista de expectativas por cumplir.
Entre las creencias que nos inculcaron está el conseguir un buen empleo y poder ser la mejor para mantenernos en él. Sin embargo, varias buscamos romper con los paradigmas que nos intentaron hacer creer y decidimos entregarle algo mejor al mundo a través de nuestro ser y hacer.
En este artículo vamos a revisar una de las posibilidades que ha desarrollado el ser humano para expandir lo que somos desde nuestro hacer: el emprendimiento.
¿Cómo emprender? Esa es la gran pregunta.
Para comenzar es importante tener contexto en el que estamos, para entender que no estamos solas en este camino de querer emprender. Antes de nosotras, varias lideres han tomado las riendas de los negocios en nuestra región y aun hay mucho donde trabajar. Latinoamérica, al estar compuesta por economías emergentes, cuenta con la posibilidad de generar muchos más emprendimientos puesto que nuestras industrias aun tienen mucho por donde desarrollarse.
El mundo ya se ha dado cuenta del potencial que tiene el emprendimiento femenino. La mitad de las empresas pequeñas y medianas existentes en la región que en total suman poco más de 17 millones, son fundadas y dirigidas por mujeres, según el reporte global del Global Entrepreneurship Monitor (GEM).
La primera pregunta que todas o la mayoría nos hemos echo es ¿En qué emprendo?¿Qué armo?¿Qué negocio podría darme mayores ganancias? Según el momento en el que estemos, la pregunta cambiará y por eso el consejo es irnos un paso más atrás de esa pregunta y cuestionarnos la razón por la que queremos emprender, para así reconocer desde qué posición estoy comenzando a emprender y con que intensión. Ojo, no existe una respuesta buena o mala, está solo nos da la claridad de la razón por la que estamos emprendiendo y asumirnos con ella.
Según los japoneses todos tenemos un propósito por el cual vivir, todos tenemos un Ikigai.
Ikigai es un concepto japonés, al que no se le tienen una traducción exacta, sin embargo si lo podemos definir como “la razón de vivir”, “la razón de ser”o “el impulso de la vida”. Algunos lo han encontrado y viven manifestándolo, otros lo tienen en su interior y aun lo están buscando, no es una búsqueda fácil, es una búsqueda en nuestro interior, llegar a lo más profundo de nuestro ser para encontrarlo.
Para los habitantes de Okinawa, isla japonesa en donde encontramos a las personas con mayor esperanza de vida, la pasión y el trabajo se encuentran. En ese contexto se demuestra que Ikigai y trabajo son lo mismo, así que a través de este concepto podemos comenzar a diseñar un trabajo interno de identificación o revisión (si ya tienes tu emprendimiento en movimiento) sobre el SER y HACER: la razón por la cual quieres levantarte cada mañana.
Primer pilar: Lo que te gusta de verdad
Segundo pilar: En lo que eres bueno
Tercer pilar: Por lo que te pueden pagar
Cuarto pilar: Lo que aporto para mejor al mundo
Ahora comenzamos a hacer las intercepciones, cuando juntamos el pilar 1 y el pilar 2, encontramos nuestra PASIÓN, al unir el pilar 2 con el pilar 3, encontramos nuestra PROFESIÓN, al juntar el pilar 3 con el pilar 4, encontramos nuestra VOCACIÓN y al unir el pilar 1 con el 4, encontramos nuestra MISIÓN.
En el desarrollo de estas intersecciones está el proceso de encontrar nuestro Ikigai. En la caja de herramientas te dejamos el formato que puede darte guía para llevar este viaje de autodescubrimiento.
Al tener identificado el negocio que queremos crear o estamos comenzando, es importante tener claro el modelo de negocio ya que este nos da estructura y visibiliza:
Para lograr esto, podemos apoyarnos en una herramienta visual que nos ayudará a organizar esas ideas. Estamos hablando del Modelo Canvas (puedes encontrarlo en la caja de herramientas).
Si tu emprendimiento es de impacto social, se ha creado una variación del modelo Canvas convencional que incluye una casilla donde puedes definir cuál es el impacto o problema a solucionar de tu emprendimiento social.
Adicionalmente, hay que probar que esa idea que has pulido a través de tu Ikigai y que le diste forma con un modelo de negocio es funcional para ti. La mejor manera de hacerlo es comunicarla, pero ten en cuenta que el modelo de negocio puede variar según el mercado. Nada de lo que hagas está escrito en piedra, así que itera. Fracasar es una oportunidad de aprendizaje, de ir puliendo tu producto o servicio.
Recuerda que las redes sociales son un pilar importante en el crecimiento de tus proyectos. Es a través de las conexiones y reconocimiento del ecosistema emprendedor de tu ciudad e industria que podrás generar mayores contactos comerciales y de inversión, en un próximo curso aprenderás más de este tema.
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Transformemos nuestra percepción del fracaso y utilicémoslo como catalizador del crecimiento.