Emprender -y la posibilidad de fallar en el intento-, puede llevarnos al perfeccionismo o a la procrastinación.
Transcripción
Bienvenida a tu curso de perfeccionismo y procrastinación de Mujeres Sin Filtro. Nosotras somos Fuckup Nights y en este video analizaremos algunas preguntas relacionadas a este tema: ¿De dónde viene la necesidad de querer ser perfectas? ¿Qué impacto tiene en nosotras esta autoexigencia? ¿Cómo se relaciona el perfeccionismo con la procrastinación?
Existe una tendencia a separar las cosas a partir del todo o la nada. Si algo no es intachable, entonces es terrible, si no se ve lo blanco, sólo está lo negro. Pensamos que lo opuesto a algo malo, va a ser necesariamente bueno.
¿Qué pasa cuando buscamos la perfección en todo lo que hacemos? ¿O cuándo la ansiedad nos invita a evadir y no logramos iniciar nada? Emprender -y la posibilidad de fallar en el intento-, puede llevarnos al perfeccionismo o a la procrastinación. Ambas consecuencias tienen una misma causa: la exigencia de ser perfectas.
Un estudio del Banco Mundial ha indicado que las áreas de emprendimiento en las que el género masculino incursiona resultan más rentables que aquellas en las que otros géneros lo hacen. En México, de acuerdo con el INEGI, únicamente tres de cada diez empresas que se abren en el país son representadas por mujeres. Teniendo en mente estas cifras, no parece difícil pensar por qué a mujeres y personas de la diversidad sexual se nos exige distinguirnos, ser buenas en todo y no fallar nunca.
El perfeccionismo tiene que ver con nuestra historia de vida y las expectativas que se ponen sobre nuestros hombros. Ya sea cuando somos exigentes ante objetivos poco realistas, o cuando nos desmotivamos ante las mínimas dificultades.
Ocurre cuando pensamos que una carrera no fue buena hasta que por fin llegamos a la meta. Y sólo si llegamos en primer lugar, incapaces de reconocer la preparación y esfuerzo que nos llevó hasta ahí. El perfeccionismo nos impide valorar nuestros caminos y los matices del error.
Nos obsesionamos con hacer las cosas sin errores. Porque Se pone en juego nuestra credibilidad, nuestra capacidad y nuestra valía, o eso es lo que pensamos. Lo que se olvida es que todo proceso implica un aprendizaje, metidas de pata, miedo y dudas.
El perfeccionismo también nos puede conducir a la ansiedad y a la actuación sin reflexión. Esto ocurre con la procrastinación, sólo que el efecto es el contrario: el no poder actuar. Este fenómeno implica que aplacemos la realización de acciones que nos resultan amenazantes ¡Incluso emocionantes!. Por ejemplo, cuando hago todas los pendientes pequeños en mi lista, pero evado “la gran tarea” que más me importa.
A veces se puede entender este fenómeno como una excusa para no hacer las cosas. Sin embargo, en la mayoría de los casos tiene que ver con un mecanismo que nos protege del miedo y los mandatos de la perfección. Tiene efectos en nuestro manejo del estrés, la manera en que nos autocriticamos y cómo nos relacionamos con otros.
Al implicar un retraso en el quehacer de nuestras tareas, nos puede hacer sentir desmotivadas y bloquearnos. Nos podemos sentir culpables, insuficientes y fracasadas. En este estadío somos incapaces de tomar decisiones y acciones, entramos en un ciclo de autosabotaje que nos aleja de nuestras metas y deseos.
La parálisis ante un proyecto o el desmedido esfuerzo para dar todo de manera poco sanas, pueden ser síntomas de una misma enfermedad: la sobreexigencia que pesa sobre nosotras. Fallar no se nos plantea como opción posible.
En Mujeres Sin Filtro creamos una sección, complementaria a este video, llamada Caja de Herramientas donde te brindamos recursos para que puedas utilizar hoy.
Si te identificaste como una perfeccionista o procrastinadora potencial te dejo unos recursos que pueden serte útiles:
Existen apps, como Blocos, que permiten planificar y jerarquizar prioridades con fechas y límites que tú estableces. La clave esta en dividir tareas en acciones más cortas y concretas, para poner toda tu atención en una pequeña actividad.
Es importante dejar de ser tan duras con nosotras mismas e indagar personalmente de dónde viene ese sentido de perfeccionismo: ¿Quién espera que seamos perfectas? ¿Cuáles de todos los factores, mandatos sociales, expectativas familiares y personales nos está afectando ahora?
Te recomendamos unos programas de meditación enfocado en esta temática para que puedas encontrar tus propias respuestas.
Gracias por tu tiempo y te esperamos en el siguiente curso.
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