Nuestra Directora de People & Culture en FuN comparte la importancia de tomar decisiones equilibradas
El 2024 ha sido un año de decisiones y muchas reflexiones respecto a mis carrera en Fuckup Inc. Analizando las lecciones aprendidas, pienso que 2023 fue un año particularmente complicado tanto para FuN como para mí. Esto se debe a que comenzamos 2023 con mucha resolución y claridad de lo que esperábamos lograr, pero no tanto de cómo lo lograríamos.
El 2023 era un año particularmente importante porque terminaba un proyecto con perspectiva de género que nos había permitido tener un apoyo financiero. Esto en su momento nos ayudó a ir sorteando la crisis de la pandemia, pero una vez finalizado ese proyecto, era momento de analizar cómo funcionaría la organización y sus finanzas.
Al comenzar el 2023 recibí la noticia de que varias personas del equipo querían buscar otras oportunidades y se estarían yendo en marzo de ese año. Me preocupé, especialmente porque una de las personas que se iba era él líder de ventas de Enterprise, el cual es un rol clave para la organización.
Esta renuncia implicaba no sólo el tener que reclutar con poco tiempo para encontrar los perfiles adecuados, si no que se desintegraba un área y la otra se quedaba sin el principal sostén. Fue ahí cuando me enfrenté a las primeras respuestas que marcarían el rumbo de lo que fue el 2023 dentro de FuN.
Al comentar sobre los diferentes miembros del equipo que iban a renunciar, la respuesta de la dirección era: están buscando otras cosas que por ahora nosotros no podemos ofrecer y es normal que después de un período largo de tiempo la gente quiera un cambio. Lo que me llevó a pensar que quizás mi percepción no era la correcta, y que al final el cambio sería positivo para la organización.
Posteriormente de esta ola de renuncias, vino una que también fue particularmente importante porque era la persona que llevaba las finanzas, ella tenía liderando esta área desde el 2021 en su mayoría sola, entonces no era sólo un rol que entendiera de finanzas, si no que requeríamos una persona que pudiera tener una visión del negocio completa y con base en ese conocimiento tomará decisiones sobre cómo utilizar el dinero y en qué. Ante esta situación, la reacción fue la misma, hay que buscar un reemplazo y seguro todo irá bien.
Las contrataciones de esa ola de renuncias no salieron del todo bien. Sin embargo, me permitieron ver en dónde había huecos en el proceso de contratación y de onboarding, y sobre todo, lo relevante que es darse cuenta desde dónde se están tomando las decisiones y hacía dónde te están llevando.
Como es de imaginar, el ambiente en la organización no era el mejor. Ocurrieron muchos cambios en pocos meses y las soluciones no estaban dando los resultados esperados. El problema no era sólo el hecho de que se tuvo que volver a integrar un equipo para el área de Licensing, si no que las ventas de Enterprise se cayeron y no se encontraba la razón o no se terminaba de entender por qué. Había mucha presión e incertidumbre.
Durante todo este caos, el nuevo equipo de Licensing, con apoyo de una de las integrantes que volvió de su alta de maternidad, comenzaron a tener grandes resultados. De esa forma se pudo mostrar lo que no estaba funcionando en el área de Enterprise, pero también se sentía como un ente independiente de FuN sobre todo porque la forma de pensar de la líder del equipo discrepaba mucho con la visión de la dirección general.
En una reunión con la líder del área de Licensing, estábamos conversando sobre lo que sucedía y cómo podíamos mejorar la integración. Fue en esa reunión que ella me hizo un comentario que me dió más claridad sobre lo que estaba sucediendo. Ella dijo algo así como: “La cabeza está tomando decisiones desde el miedo, por eso no podemos obtener los resultados que buscamos. Si todo el tiempo se decide desde el no, porque queremos evitar tal o cual situación, esto limita la visión y no se tiene la imagen completa.”
Esta conversación me llevó a reflexionar sobre lo que estaba sucediendo. Me dije a mi misma: es cierto, se ha estado decidiendo desde el miedo, la dirección decidiendo desde ese miedo a fracasar. ¡Ah, la ironía!...
Por momentos, yo también estaba decidiendo desde ahí, desde el “no hacer más ruido para no incomodar”, “mejor no opino o no digo nada porque no veo que nadie más piense sobre la misma línea”, o incluso “bueno, ni siquiera me escuchan ¿para qué decirlo?”. La realidad es que no quería incomodar a nadie a pesar de que lo que sucedía claramente eran red flags.
Después de hacer esta reflexión, la compartí en su momento con mi entonces jefe, quien decidió tomar otro tipo de actitud en su gestión, mas no el que yo pensaba. Al final del día, no podemos controlar cómo reaccionan las personas ni sus acciones. En ese momento, yo estaba al borde de la renuncia pero la vida da muchas vueltas. Al finalizar el año, renunció el Director General y con esto vino una nueva oportunidad para FuN.
Comparto esto que vivimos en FuN durante 2023 porque considero que es muy importante hacer ese autoanálisis de cómo tomamos decisiones y desde dónde. El miedo no es malo, es simplemente parte de ser humanos, pero si permitimos que sea el consejero principal, ya vamos bastante seguros al fracaso.
El miedo puede verse de muchas formas, sobre todo a niveles de liderazgo, donde las posiciones son en momentos bastante solitarias, llegando a través de pensamientos como: “¿Y si decidimos esto y todos se molestan? ¿Y si ya no me respetan o si ya no les caigo bien?”. Pueden haber un sin fin de escenarios y al final se toma la decisión menos acertada debido al ruido que hay en nuestra mente.
Cuando estamos inmersos en una situación complicada durante tanto tiempo, es difícil ver el panorama con objetividad, por lo que pedir ayuda se vuelve no sólo un acto de humildad si no también de inteligencia. De esa manera podemos abrir el panorama y tomar una mejor decisión.
No estoy diciendo que no se tomen en cuenta todos los factores que implican tomar una decisión. Simplemente es una invitación a preguntarte: “¿Dónde estoy emocionalmente y por qué o para qué estoy tomando esta decisión?”. Si eres el líder de un área u organización y tus decisiones impactan a las personas que te rodean, es aún más relevante hacer esta reflexión.
Actualmente, estoy muy contenta de no haberme ido, de poder estar creando esta “Toma 2” de lo que queremos que sea FUN como organización, de poder seguir difundiendo la aceptación del fracaso, y el cómo nos impulsa a crecer y ser mejores.
Diseñemos juntos la mejor manera de crear un espacio seguro donde tu equipo pueda compartir lecciones aprendidas, sólo llena este formulario y nos pondremos en contacto contigo.
Editado por
Raquel Rojas
Transformemos nuestra percepción del fracaso y utilicémoslo como catalizador del crecimiento.