¿Qué podemos empezar a hacer para ejercitar el músculo de la innovación? Enlistamos 4 buenas prácticas para empezar de la mejor manera.
El fracaso es un ingrediente clave en la creatividad y la innovación
Para innovar, debemos estar dispuestos a correr riesgos. Lo primero que tenemos que aceptar, para descubrir ideas inspiradoras, es que muchas de ellas no funcionarán o serán descartadas.
Pero esas ideas serán tan importantes como las innovadoras porque crearán la inercia dentro de un equipo para hablar libremente. Y como suelen decir en Google X:
“Una mala idea puede ser prima de una buena idea, y esta puede ser la vecina de una asombrosa idea.”
Pero, ¿cómo hago a mi equipo hablar y arriesgarse? En la teoría suena sencillo, pero en la práctica no lo es tanto. Para que exista confianza en adoptar el “prueba y error” dentro de nuestros equipos, se necesitan hacer algunos cambios importantes en nuestra cultura corporativa y crear el espacio idóneo para que este laboratorio de ideas funcione.
La innovación es un tema complejo. No por nada ofrecemos un curso entero al respecto en nuestro Failure Program. Pero si uno de nuestros clientes ansiosos nos pregunta, ¿qué cosas podemos empezar a hacer para ejercitar el músculo de la innovación? tenemos una noción clara.
Aquí hay 4 buenas prácticas para cambiar nuestros paradigmas alrededor del fracaso, la creatividad y la innovación.
¿No estamos hablando de innovación? Sí. Pero sin seguridad psicológica en tu espacio de trabajo, difícilmente alguien se anime a alzar la voz en una junta o señalar un fallo que nadie más está viendo.
De hecho, podríamos terminar este blog únicamente con este primer punto. La seguridad psicológica lo es todo. Pues implica básicamente disminuir el miedo a ser transparentes, hablar y arriesgarse.
La Seguridad Psicológica es una creencia compartida de que el equipo es seguro para tomar riesgos interpersonales. Puede ser definida como “tener la libertad de opinar y aportar sin miedo a consecuencias negativas”.
El miedo al fracaso y sus consecuencias nos hace movernos con cautela, generalmente analizamos todas las posibilidades, los riesgos y después de un proceso de meditación, tomamos una decisión. De por sí, cuando fracasamos solemos darle muchas vueltas, y cuando hay una consecuencia negativa, ese temor a errar es validado y nos lleva a no querer intentar más.
En el ámbito laboral se nos hace creer que las oportunidades para probar son de un solo intento y los fracasos se suelen pagar caro. Un espacio donde se puedan asumir riesgos y se celebren estos intentos es primordial para empezar una cultura de fracaso e innovación.
Los equipos que trabajan en ambientes de seguridad psicológica, entienden la importancia de la cultura del fracaso, su impacto positivo en las operaciones y la comparten. Investigaciones demuestran que la seguridad psicológica permite explotar el potencial en equipos de alto rendimiento, haciendo a las compañías más ágiles, estratégicas e innovadoras. Esto lleva a equipos productivos y satisfechos, y esto, a individuos más felices.
Sin embargo, no todo es color de rosa con la Seguridad psicológica. Pues de no estar equilibrada, podemos caer en peligro psicológico o en una densa zona de confort.
Nos gusta describir la innovación a nuestros clientes como un tablero de ajedrez. Muchas veces queremos saltar del punto A al D. Como la pieza de la reina. Cuando en realidad, la innovación es como la pieza del rey. Se mueve cuadro por cuadro.
La innovación es en realidad un proceso expansivo, que mezcla distintos puntos de vista, conversaciones, influencias y sobre todo, tiempo.
El conocimiento requerido necesita tiempo para identificarse y analizarse a profundidad; las grandes ideas creativas suceden en espacios habilitados para explorar, conversar y compartir. Pues la mayoría de las veces, son ideas que permanecen dormidas un buen tiempo hasta que colisionan con otras.
Esto, como es de imaginarse, sólo es posible en espacios de seguridad psicológica, vulnerabilidad y confianza para compartir todo tipo de ideas alocadas, problemas e incluso, errores. Pues también dentro de estos, se encuentran pequeñas chispas capaces de abrir nuevos caminos para conectar.
La innovación es un camino estratégico de paciencia. Y no sólo es de un jugador, si no que requiere de un equipo diverso en un espacio correcto. Lo que nos lleva al siguiente punto…
Un equipo "diverso" incluye individuos de distintos contextos socioeconómicos, nacionalidades, etnias, orientaciones sexuales, identidades de género, educación, etc. Esto le da a la organización distintas perspectivas sobre algunos tópicos.
En un equipo de fútbol, mientras que la diversidad significa tener diferentes "tipos" de jugadores, la inclusión significa pasarles el balón a cada uno de ellos para que puedan jugar. En una empresa es darle a cada miembro del equipo, la oportunidad de jugar un rol, expresar una opinión, participar activamente y tener acceso a los recursos de la empresa.
Tener una fuerza laboral diversa significa tener distintas perspectivas sobre un mismo tema dentro de la empresa. Esto impactará en las habilidades de resolución de problemas dentro de la compañía y mejorará las iniciativas dentro de los equipos con ideas innovadoras.
Un equipo con las mismas características entre sus miembros (género, nivel socioeconómico, etc.) puede crear puntos ciegos en la visión periférica de una empresa y comprometer la habilidad de identificar problemas desde distintas perspectivas.
Finalmente, como bien dicen, no debemos esperar sentados a la creatividad. Hay que encargarnos de que nos encuentre trabajando. Y en cuanto a la innovación, poner manos a la obra es habilitar espacios frecuentemente para que puedan convertirse en una tradición saludable.
Con nuestros productos y experiencias, hemos tenido la oportunidad de poner en práctica estos espacios para dar rienda suelta a nuestra imaginación para la resolución de problemas. Algunas actividades importantes pueden ser sesiones de lluvia de ideas, sesiones creativas o pre mortems para identificar focos rojos a tiempo.
Destinar tiempo y espacio para estas sesiones, pone en el radar la importancia que tiene platicar y ser abiertos para innovar. Es crucial que en estos espacios se incluyan todas las voces posibles, y no se confunda el silencio con el estar de acuerdo.
Una organización innovadora es aquella que logra incorporar la innovación como un valor fundamental en su cultura y operación diaria. No sólo se trata de crear productos o servicios novedosos, sino de encontrar formas más eficientes y productivas de realizar el trabajo, implementando nuevas ideas que agregan valor al negocio y a los clientes. Este tipo de organizaciones se caracterizan por ser disruptivas, proactivas y abiertas al cambio.
La innovación se convierte en un mecanismo para mejorar y optimizar todas las áreas de la empresa, desde la gestión interna hasta la relación con los clientes. Esto se realiza mediante la aplicación de las mejores prácticas en el sector de la empresa, lo cual implica el uso efectivo de tecnología, la adaptación a las tendencias del mercado y la optimización de los procesos de trabajo.
Las organizaciones innovadoras entienden que las mejores prácticas no son estáticas, sino que evolucionan constantemente. Las mejores prácticas son aquellas metodologías, técnicas y procedimientos que han sido identificados como los más eficaces y eficientes en la obtención de resultados. Por ello, las organizaciones innovadoras buscan activamente nuevas formas de mejorar, retando con frecuencia el status quo. No temen a los errores o fracasos, sino que los ven como oportunidades de aprendizaje para perfeccionar sus procesos y ser más competitivos.
Las organizaciones que son verdaderamente innovadoras, no solo se enfocan en la innovación de productos sino que la adoptan en todos los aspectos de su negocio. Y lo más importante, colocan a las personas en el centro de su enfoque innovador, entendiendo que son los empleados los que realmente llevan la innovación a la vida. En resumen, una organización innovadora es la que se mantiene constantemente en movimiento, buscando nuevas formas de hacer las cosas y comprometida con el crecimiento y desarrollo constante.
Indudablemente, la innovación es uno de los ingredientes esenciales para el éxito de cualquier empresa en el mundo empresarial actual. No es simplemente una palabra de moda, sino una necesidad crítica que puede determinar la supervivencia y el crecimiento de un negocio. La importancia de la innovación en las empresas se destaca especialmente en un entorno de negocios competitivo y en constante evolución.
La innovación no solo se trata de inventar o introducir nuevos productos o servicios, sino de buscar constantemente mejores prácticas para mejorar la eficiencia y la productividad. Por ejemplo, puede implicar la adopción de nuevas tecnologías, la optimización de los procesos de negocio, la mejora de los métodos de servicio al cliente, o incluso la experimentación con nuevas estrategias de marketing. La implementación de estas innovaciones puede llevar a una mejora significativa en la productividad, lo que a su vez puede resultar en un aumento en las ganancias.
Además, fomentar una cultura de innovación dentro de una empresa puede aumentar la motivación y el compromiso de los empleados. Los empleados que se sienten valorados y comprometidos son más propensos a pensar de manera creativa y a aportar ideas innovadoras que pueden llevar a la empresa al siguiente nivel.
En resumen, la innovación puede aportar numerosos beneficios a las empresas, desde aumentar su productividad y ganancias hasta mejorar su competitividad en el mercado y aumentar la satisfacción de sus empleados. Por lo tanto, la innovación no es solo importante, sino esencial para el éxito de cualquier empresa.
La innovación y la creatividad son dos habilidades cruciales que pueden cambiar profundamente la cara de una empresa. No sólo pueden incrementar la productividad y las ganancias, sino que también pueden dar a la empresa una ventaja competitiva en el mercado. Hay varios ejemplos de empresas que han utilizado la creatividad e innovación para impulsar su crecimiento y éxito.
Una excelente muestra de ello es la empresa Apple. Esta compañía se ha destacado por su constante innovación y creatividad al desarrollar productos tecnológicos que han revolucionado la forma en que vivimos y trabajamos. Desde la introducción del iPhone hasta la creación del iPad, Apple ha demostrado una habilidad increíble para anticipar las necesidades de los consumidores y proporcionar soluciones efectivas y atractivas. Esta innovación constante ha llevado a un aumento significativo en la productividad y las ganancias.
Google es otro ejemplo de cómo se puede utilizar la innovación para mejorar la productividad. Con sus constantes mejoras en la búsqueda en línea, Google ha simplificado y acelerado el proceso de búsqueda de información en la web. Pero no se detienen ahí, también han incursionado en otros campos como la inteligencia artificial, autos autónomos y más.
Otro ejemplo es Airbnb. La empresa reinventó la idea del alojamiento para viajeros y transformó la industria del alojamiento. Es claro que llevado al extremo y gracias a la falta de regulación del mercado inmobiliario, el uso de Airbnb ha contribuido a la gentrificación de muchas regiones. Esta innovación no sólo condujo a una mayor productividad y ganancias para la empresa, sino que también cambió la forma en que las personas viajan y experimentan nuevas culturas.
En estos casos, la innovación ha sido impulsada por las habilidades y aptitudes del equipo de trabajo. Se han necesitado visionarios y líderes con una mentalidad abierta, dispuestos a asumir riesgos y a desafiar el status quo. Y esos son los tipos de habilidades y aptitudes que deben fomentarse para lograr el éxito en el mundo empresarial de hoy.
En definitiva, estos ejemplos demuestran que la creatividad e innovación en una empresa pueden ser catalizadores de crecimiento, productividad y ganancias. Al fomentar las habilidades y aptitudes necesarias en su equipo, cualquier empresa puede trazar su propio camino hacia la innovación y el éxito.
Es gratificante ver esa chispa de entusiasmo cuando en alguno de nuestros talleres de innovación para empresas, los equipos se atreven a identificar lo que más necesitan sus equipos para saltar y ver más allá. Aunque si, innovar no es sencillo y requiere de una transformación cultural, es un proceso que encontramos valioso y define gran parte del futuro de las empresas que se arriesgan a ser mejores.
Tal vez lo único que necesita tu equipo es un pequeño empujón para arriesgarse a innovar. Si quieres saber más de nuestros talleres, cursos en línea y eventos de fracaso, ponte en contacto con nosotros llenando este formulario.
La innovación es una fuerza impulsora clave para las empresas en la economía actual. No solo puede diferenciar a una empresa de sus competidores, sino que también puede aumentar significativamente su productividad y ganancias. Para comenzar, la innovación puede ayudar a las empresas a mejorar sus procesos operativos, lo que puede aumentar su eficiencia y reducir los costos.
Un ejemplo concreto de cómo la innovación puede aumentar la productividad es a través de la implementación de tecnologías avanzadas. Estas pueden automatizar tareas manuales que consumen mucho tiempo, permitiendo a los empleados concentrarse en tareas más estratégicas y de alto valor. Esto puede llevar a un aumento en la productividad, lo que a su vez puede llevar a mayores ganancias.
Además, la innovación puede permitir a las empresas crear nuevos productos y servicios que satisfagan mejor las necesidades de sus clientes. Esto no solo puede conducir a un aumento en las ventas, sino también a una mayor lealtad del cliente. Al cultivar una cultura de innovación, las empresas pueden mantenerse al día con las tendencias cambiantes del mercado y anticipar las necesidades futuras de sus clientes, asegurando así su éxito a largo plazo.
Por último, pero no menos importante, la innovación puede ayudar a las empresas a atraer y retener talento. En el mundo empresarial competitivo de hoy, las empresas que demuestran un compromiso con la innovación pueden destacarse como empleadores atractivos, lo que puede ayudarles a atraer y retener a los mejores talentos.
En definitiva, la innovación es esencial para la productividad y las ganancias de las empresas. No solo puede mejorar los procesos operativos y los productos, sino que también puede ayudar a las empresas a atraer a los mejores talentos. Sin embargo, para obtener los máximos beneficios de la innovación, las empresas deben fomentar una cultura que respalde y valora la innovación.
Incentivar la innovación en las empresas es una tarea crucial en la economía actual. La innovación es el motor que impulsa el crecimiento y la competitividad, y es fundamental para la supervivencia y el éxito de cualquier organización. Pero, ¿cómo podemos fomentar una cultura de innovación en nuestras empresas? El liderazgo, las habilidades y aptitudes, así como el entrenamiento, juegan un papel esencial en este proceso.
En primer lugar, es importante entender que la innovación debe ser promovida desde el liderazgo. Los líderes de la empresa deben ser los primeros en fomentar una mentalidad abierta y dispuesta a experimentar y tomar riesgos. Además, deben ser capaces de reconocer y valorar las ideas innovadoras, independientemente de dónde provengan. Y, por supuesto, deben tener las habilidades y las aptitudes necesarias para implementar estas ideas de forma efectiva.
En segundo lugar, es esencial que todas las personas que forman parte de la empresa tengan las habilidades y aptitudes necesarias para innovar. Esto significa que deben ser capaces de pensar fuera de la caja, de cuestionar el status quo y de encontrar soluciones creativas a los problemas. Y para ello, es necesario proporcionarles el entrenamiento adecuado. A través de capacitaciones y cursos, podemos enseñar a nuestros empleados nuevas técnicas y métodos, y dotarlos de las herramientas que necesitan para ser innovadores.
Incentivar la innovación en las empresas no es tarea fácil, pero es absolutamente necesario si queremos que nuestra organización sea competitiva y exitosa. A través de un liderazgo fuerte y visionario, el desarrollo de habilidades y aptitudes, y la provisión de entrenamiento adecuado, podemos fomentar una cultura de innovación que beneficie a toda la empresa.
La innovación es un elemento clave para el crecimiento y la supervivencia de las empresas en la actualidad. No obstante, medir la innovación puede ser un desafío debido a su naturaleza intangible y compleja. La innovación puede presentarse en varias formas, como la mejora de procesos internos, la adopción de nuevos métodos de trabajo, la optimización de la productividad, entre otros. Sin embargo, existen algunas formas efectivas de medir la innovación y el impacto que tiene en una organización.
En primer lugar, podemos considerar la cantidad de nuevos productos o servicios introducidos en el mercado. Este es un indicador directo de innovación, ya que demuestra la capacidad de una empresa para generar ideas y convertirlas en soluciones comerciales exitosas.
Otro de los indicadores más tangibles de la innovación es el aumento de las ganancias. Si las innovaciones que estás implementando están generando un aumento en las ventas o en el margen de ganancias, es un claro signo de que están teniendo un impacto positivo. Sin embargo, recuerda que la innovación también puede ser a largo plazo y los resultados pueden tardar en mostrarse.
La optimización de los procesos internos suele ser un indicador más de la innovación. Si una empresa ha adoptado nuevas formas de hacer las cosas que están incrementando la productividad, es probable que esté innovando. Para evaluar esto, pueden revisarse métricas como el tiempo que toma realizar ciertas tareas, la cantidad de errores o la satisfacción de los empleados.
Finalmente, no podemos olvidar la importancia de la gestión del fracaso en la medición de la innovación. La innovación implica riesgo y es normal que no todas las ideas funcionen. Lo importante es aprender de estos fracasos y utilizarlos para mejorar. Por lo tanto, si una empresa no teme al fracaso y, en cambio, lo ve como una oportunidad de crecimiento, es un buen indicador de que está fomentando la innovación.
En resumen, la innovación es un aspecto fundamental para el crecimiento y éxito de cualquier empresa y debe ser monitoreada de cerca. Aunque puede ser un desafío medir la innovación, prestando atención a las ganancias, la eficiencia de los procesos y la gestión del fracaso, se podrá tener una idea clara de cómo se está logrando.
Editado por
Raquel Rojas
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