Crecí profundamente influenciado por los medios online, solía saltar de interés en interés y de oportunidad en oportunidad.
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Crecí profundamente influenciado por los medios online, solía saltar de interés en interés y de oportunidad en oportunidad, basándome en las últimas tendencias. Seguramente sabes a lo que me refiero, esos objetos brillosos que atraen a los inexpertos porque lucen prometedores: coworkings, crowdfunding, blockchain, machine learning, etc. Todas esas jergas en inglés que apantallan.
Después de analizar cuándo y por qué sucedían estos saltos, me di cuenta de que sucedían en cuanto sentía que estaba atascado en un bache profesional. Entonces algo nuevo y resplandeciente aparecía y yo daba otro salto.
Mi problema es que solía pensar que esos momentos en los que sentía que no estaba haciendo ningún progreso, eran tiempo desperdiciado. Ahora me doy cuenta de que son parte de lo que se necesita para crear cosas que importan, desde un proyecto, hasta una relación personal.
Tengo la oportunidad de asesorar emprendedores y a veces dicen que quieren tener un equipo grandioso, vender, y ganar mucho dinero, pero no están dispuestos a escuchar sobre los cientos de rechazos que aparecen en el camino. Quieren tener el derecho de obtener grandes resultados en poco tiempo, pero no se dan cuenta de que estos resultados requieren horas y horas de pequeños aprendizajes, aprendizajes que en su momento, pueden sentirse insignificantes.
No era capaz de aterrizar esta idea en palabras hasta que leí el libro de Mastery por Robert Greene. La idea principal que tomé de ahí es que el camino a la maestría está conformado por 3 etapas:
Todos conocemos esta. Es cuando entramos a un nuevo campo con emoción e ingenuidad, sin saber exactamente cuánto trabajo tenemos por delante. Empezamos a aprender las características más importantes y trucos en el área, y salimos adelante copiando lo que hacen los demás.
I like to think of this stage as the one where we learn the 80% of what there’s to learn. This is where fuck ups are sillier and seldom make a great story. 🙂
Si logramos seguir adelante y sortear esta curva empinada de aprendizaje, empezaremos a ganar fluidez, y a dominar las habilidades básicas que nos permitirán retos mejores y más grandes.
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Eventualmente, nos movemos de estudiantes a practicantes. Empezamos a entender mejor las situaciones y empezamos a picar y experimentar a propósito. Usamos nuestras propias ideas y experimentos, aprendemos de la retroalimentación en el proceso. Desarrollamos nuestros propios enfoques sobre cómo se deben o deberían hacer las cosas.
Me gusta pensar que en esta etapa aprendemos un 15% más. Por lo tanto, teniendo el 95% del conocimiento en el área y habiendo desarrollado nuestra propia forma de ser y hacer por años, formamos parte de niveles más altos.
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La palabra clave aquí es la intuición. Después de mucho aprender y practicar, desarrollamos un sistema de entendimiento en un campo que nos permite innovar y romper las reglas sin tener que hacer mucha investigación, o sin tener que pasar mucho tiempo planeando.
Los primeros dos niveles están llenos de periodos en los que nos sentimos atascados. Seguimos haciendo lo que hacemos, pero los proyectos no crecen, no tenemos nuevas ideas, etc.
Lo importante a recordar, es que estas mesetas de “inactividad” son necesarias. Es donde las ideas y los aprendizajes más innovadores y sui generis vienen a ti. Mantenerse constante incluso durante esas etapas es lo que diferencia a los amateurs, de la gente que de verdad aporta algo y tiene un valor agregado.
Entonces, ¿qué pasó con esa persona que saltaba de un lado a otro buscando la fruta más accesible del árbol? Yo diría que me estaba convirtiendo en un máster en muchas cosas sencillas y estúpidas que cualquiera puede hacer. No estaba desarrollando un entendimiento profundo porque era adicto a la adrenalina que (supuestamente) vienen de los progresos rápidos.
Necesitamos encontrar un propósito en lo que hacemos y adherirnos a este. Pero la pasión y el propósito no se encuentran, se construyen.
Para poder tener actividades significativas, necesitamos definir lo que valoramos. De otra manera, corremos como gallinas sin cabeza detrás de objetos brillantes y llamativos.
Valores → significado → Disfrutar esos estancamientos → Maestría
Por ejemplo, supe que no creía en la igualdad de los crowfundings cuando me dí cuenta de que sólo estaba perpetuando la desigualdad sistémica, al aportar dinero al mismo lugar de siempre (generalmente, hombres blancos y privilegiados de países desarrollados que quieren construir monopolios o productos adictivos). Eso iba en contra de la igualdad de oportunidades que tanto valoro y a favor del hiperconsumismo que hay en el capitalismo.
A veces la preparación es mundana o repetitiva, y se siente en sí misma muy lejana al éxito. Para ser pacientes e incluso disfrutar los momentos en los que nos sentimos atascados, debemos permanecer activos en ambientes que se alinean con nuestros valores y principios, incluso si son tan raros como compartir historias de fracaso.
A la larga, será profundamente fructífero.
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Transformemos nuestra percepción del fracaso y utilicémoslo como catalizador del crecimiento.
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